Somos un equipo de médicos especialistas, que nos encargamos de diagnosticar, investigar y brindar tratamientos para el dolor

Traumatología

¿Sabías que cada movimiento cuenta?

En Centro Clinico del Dolor, transformamos la ciencia de la Traumatología en soluciones concretas para que recuperes tu libertad. Especializados en el diagnóstico preciso, tratamiento avanzado y prevención inteligente de lesiones del sistema musculoesquelético, estamos aquí para ser tu aliado en cada paso.

¿Por qué elegirnos?

Tratamos desde lo común hasta lo complejo:

  • Fracturas y esguinces por caídas o accidentes.

  • Lesiones deportivas (rodilla, hombro, tobillo).

  • Desgaste articular y tendinitis.

  • Rehabilitación postquirúrgica con tecnología de vanguardia.

No solo curamos, ¡prevenimos!:
¿Eres deportista, trabajas en altos esfuerzos físicos o simplemente quieres proteger tu movilidad? Diseñamos planes personalizados para fortalecer tu cuerpo y evitar futuras lesiones.

Tecnología + Experiencia:
Utilizamos técnicas mínimamente invasivas, cirugía de precisión y terapias regenerativas para una recuperación más rápida y con menos dolor.


¿Cuándo acudir a un Traumatólogo?

  • Si sufriste un accidente (auto, laboral, deportivo).
  • Dolor persistente en huesos, músculos o articulaciones.
  • Rigidez, inflamación o limitación de movimiento.
  • Sospechas de fractura, luxación o lesión ligamentosa

Introducción a la Traumatología

La Traumatología es una rama de la medicina que se dedica al estudio, diagnóstico, tratamiento y prevención de las lesiones del aparato locomotor. Estas lesiones pueden ser causadas por accidentes, caídas, actividades deportivas, entre otros. La Traumatología abarca una amplia gama de condiciones, desde fracturas y dislocaciones hasta lesiones de tejidos blandos como ligamentos y tendones.

Historia y Evolución de la Traumatología

La historia de la Traumatología se remonta a la antigüedad, cuando los primeros médicos comenzaron a tratar lesiones traumáticas utilizando técnicas rudimentarias. A lo largo de los siglos, la especialidad ha evolucionado significativamente, incorporando avances en la tecnología médica y el conocimiento científico. En la actualidad, la Traumatología utiliza una combinación de técnicas tradicionales y modernas para tratar las lesiones del aparato locomotor.

En la antigua Grecia, Hipócrates, conocido como el «padre de la medicina», fue uno de los primeros en describir técnicas para el tratamiento de fracturas y dislocaciones. Durante la Edad Media, la Traumatología avanzó lentamente debido a la falta de conocimientos anatómicos y la influencia de la religión en la medicina. Sin embargo, en el Renacimiento, con el redescubrimiento de la anatomía humana y el desarrollo de nuevas técnicas quirúrgicas, la Traumatología comenzó a evolucionar rápidamente.

En el siglo XIX, la invención de la anestesia y los avances en la asepsia y antisepsia permitieron a los cirujanos realizar procedimientos más complejos y seguros. Durante el siglo XX, la Traumatología experimentó un crecimiento exponencial con la introducción de nuevas tecnologías, como la radiografía, la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM), que mejoraron el diagnóstico y el tratamiento de las lesiones traumáticas.

Fracturas Comunes

Las fracturas son una de las lesiones más comunes tratadas por los traumatólogos. Una fractura ocurre cuando un hueso se rompe debido a una fuerza excesiva. Las fracturas pueden variar en gravedad, desde pequeñas fisuras hasta fracturas completas que requieren intervención quirúrgica.

Fractura de Radio/Cúbito

Las fracturas de radio y cúbito son comunes en el antebrazo y pueden ser causadas por caídas sobre una mano extendida. Estas fracturas pueden variar desde simples fisuras hasta fracturas complejas que requieren cirugía. El tratamiento puede incluir inmovilización con yeso o férula, y en algunos casos, cirugía para alinear y estabilizar los huesos.

El diagnóstico de una fractura de radio o cúbito se realiza mediante radiografías, que permiten visualizar la ubicación y el tipo de fractura. En algunos casos, se pueden utilizar técnicas de imagen adicionales, como la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM), para obtener una evaluación más detallada de la lesión.

El tratamiento de las fracturas de radio y cúbito depende de la gravedad y la ubicación de la fractura. En muchos casos, se puede tratar con inmovilización mediante yeso o férula. Sin embargo, en fracturas más complejas, puede ser necesaria la cirugía para alinear y estabilizar los fragmentos óseos. Esto puede implicar el uso de placas y tornillos, clavos intramedulares o fijadores externos.

La rehabilitación de una fractura de radio o cúbito puede incluir fisioterapia, ejercicios de fortalecimiento y estiramiento, y terapia ocupacional. El objetivo de la rehabilitación es mejorar la fuerza, la flexibilidad y la coordinación, así como prevenir complicaciones como la rigidez articular y la atrofia muscular. La duración de la rehabilitación puede variar según la gravedad de la fractura y la respuesta del paciente al tratamiento.

Fractura de Tibia

La fractura de tibia es una lesión común en la pierna y puede ser causada por accidentes de tráfico, caídas o lesiones deportivas. La tibia es uno de los huesos principales de la pierna y su fractura puede ser dolorosa y debilitante. El tratamiento puede incluir inmovilización, cirugía y rehabilitación para restaurar la función y la movilidad.

El diagnóstico de una fractura de tibia se realiza mediante radiografías, que permiten visualizar la ubicación y el tipo de fractura. En algunos casos, se pueden utilizar técnicas de imagen adicionales, como la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM), para obtener una evaluación más detallada de la lesión.

El tratamiento de la fractura de tibia depende de la gravedad y la ubicación de la fractura. En muchos casos, se puede tratar con inmovilización mediante yeso o férula. Sin embargo, en fracturas más complejas, puede ser necesaria la cirugía para alinear y estabilizar los fragmentos óseos. Esto puede implicar el uso de placas y tornillos, clavos intramedulares o fijadores externos.

La rehabilitación de una fractura de tibia puede incluir fisioterapia, ejercicios de fortalecimiento y estiramiento, y terapia ocupacional. El objetivo de la rehabilitación es mejorar la fuerza, la flexibilidad y la coordinación, así como prevenir complicaciones como la rigidez articular y la atrofia muscular. La duración de la rehabilitación puede variar según la gravedad de la fractura y la respuesta del paciente al tratamiento.

Fractura de Fémur

La fractura de fémur es una de las fracturas más graves y comunes tratadas en Traumatología. El fémur es el hueso más largo y fuerte del cuerpo, y su fractura puede ser causada por accidentes de tráfico, caídas desde alturas significativas o lesiones deportivas. El tratamiento de la fractura de fémur puede incluir cirugía, inmovilización y rehabilitación.

El diagnóstico de una fractura de fémur generalmente se realiza mediante radiografías, que permiten visualizar la ubicación y el tipo de fractura. En algunos casos, se pueden utilizar técnicas de imagen adicionales, como la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM), para obtener una evaluación más detallada de la lesión.

El tratamiento de la fractura de fémur depende de la gravedad y la ubicación de la fractura. En muchos casos, se requiere cirugía para alinear y estabilizar los fragmentos óseos. Esto puede implicar el uso de clavos intramedulares, placas y tornillos, o fijadores externos. Después de la cirugía, se recomienda la inmovilización del miembro afectado y la rehabilitación para restaurar la función y la movilidad.

La rehabilitación de una fractura de fémur puede incluir fisioterapia, ejercicios de fortalecimiento y estiramiento, y terapia ocupacional. El objetivo de la rehabilitación es mejorar la fuerza, la flexibilidad y la coordinación, así como prevenir complicaciones como la rigidez articular y la atrofia muscular. La duración de la rehabilitación puede variar según la gravedad de la fractura y la respuesta del paciente al tratamiento.